lunes, 6 de febrero de 2006

Sueño


Perdió la cuenta de las vueltas que había dado allí tendido. Arropado por unas sábanas crueles que tan pronto le protegían del frio como se le pegaban al cuerpo, asfixiándole en un abrazo desesperado como si de una amante que llevara años esperándole se tratara.

Pero el sueño no llegaba.

Antes de convertirse en un completo desconocido para sí mismo, nunca había padecido de insomnio. Tenía facilidad para vaciar su cabeza e invocar el dulce abrazo del sueño, pero por mucho que buscaba precisamente ese abrazo, unícamente era recibido por su propia desesperación, sin decirle qué era lo que fallaba o siquiera si fallaba algo.

En cada momento en que deambulaba por la delgada línea entre la vigilia y el sueño, entraba en su cabeza
sin llamar un recuerdo olvidado, para dejarle claro que allí y esa noche, no era mas que un esclavo. Que los mismos recuerdos decidirían cuando podría descansar, y que la única amante que tendría, sería la misma sábana que le arrancaba el oxígeno de su pecho...