domingo, 12 de marzo de 2006

Compañía

La melodía empezó a sonar, y en un momento la plaza estaba llena de gente que curioseaba, lanzando preguntas sin descanso para ver si alguien conocía al extraño apoyado en la fuente.

Las miradas hostiles o de desconfianza se tornaron en admiración, mientras la música se transformaba, embelesando a todo el público reunido, deleitándoles con un torrente de emociones que tan pronto les arrancaban risas como lágrimas. Cuando al son de una canción mas que alegre apareció flotando detras de aquel hombre una banda musical entera, toda la plaza soltó una exclamación de asombro. A nadie pareció preocuparle que fueran figuras flotantes semi transparentes, el sonido era lo que importaba y todos estaban extasiados, prestando atención únicamente a las notas musicales. Llenándose con ellas los oidos y el alma.


- Que aburrimiento. - dijo el guardabosques - ¿Cuando vamos a la posada?.

- Yo también me aburro. - Esta vez hablaba el joven semidesnudo, muy moreno y musculado en exceso.

- Callaos y dejad a Elmer que toque. Al fin y al cabo es lo que mas le gusta. - El Hombre embutido en la inmensa armadura parecía, allí apoyado en la pared de brazos cruzados, el mas tranquilo de todos, pero tampoco la armadura dejaba al descubierto lo suficiente como para asegurar una cosa así.

- Querrás decir lo único que hace bien... - Pese a estar a una distancia considerable, Radagast pareció notar una levísima alteración en la música tras su comentario, pero cuando miró a Elmer, allí estaba tan alegre tocando su bandurria, así que decidió hacer como quien no había escuchado nada. - Además, siempre toca lo mismo en cada pueblo. Yo quiero irme ya.

- Siempre toca lo mismo pero tiene éxito y saca dinero. Y vosotros, Akrei y Buliwyf, que por cierto, podrias taparte un poco, tened paciencia. Podeis hacer como yo y poneros a rezar un poco. - En ese momento, el hombre de la armadura se arrodilló, puso ambas manos en el puño de su espada y empezó a cantarle a su dios.

-Epigostrial, a veces no se quién es mas tonto, si Elmer o tú. - Era el guardabosques, Akrei, quien dijo las palabras antes de que el tono de la música cambiase de nuevo. De repente, y sin poder controlar su cuerpo, se encontraba avanzando hacia el centro de la plaza, flexionando arriba y abajo codos y rodillas en un baile ridículo pero perfectamente coordinado con la música.

Las carcajadas del público y las monedas volando contrastaron con el miedo que palideció el rostro de sus compañeros.

Y desde entonces, durante una larga temporada en su aún mas largo viaje, ninguno puso quejas sobre la música...




Ok, os explico... hace muucho tiempo empezó un proyecto para escribir una historia... (Mas detalles aquí)
Se que he soltado mucha gente y muchos nombres en poco espacio, pero era un pequeño relato a modo de anécdota. Sé que a quienes no conoceis de antemano a los personajes os va a costar cogerlo, pero que no los conocierais antes es únicamente culpa mia y le iré poniendo remedio poco a poco... hasta que les cojais el cariño que ya les tenemos algunos.

Saludos,


4 comentarios:

Anónimo dijo...

" Elmer Martin, no me lo puedo cre�, al fin sabemos algo de �l, faltan las ilustraciones q algun principe tiene q hacer,jaja, pero esto tie q tirar palante q si no no tie sentio ninguno. Ties toa la raz�n, es muy poco sobre algo muy interesante, asi q alinea a los planetas y escribe m�s d este tema"

Anónimo dijo...

BUAAAAAHHHH!!!
TE QUIERO!!! Jajajajaj, Espero q sea el principio de algo muy grande! Q ilusión me ha hecho leerlo! cuantas ganas tenía de saber de ellos x fin en algo plasmado x ti! no dejes lo q has empezao... prometo currarme las ilustraciones pa q to esto luzca más!
Un besako y mucho animo!

gatociclopeico dijo...

Ya te he dicho que me ha encantado, pero te lo digo por aquí pa que quede constancia. Un buen bocado del que esperemos sea un gran pastel, así que ya puedes ponerte a cocinar, que tiene muy buena pinta.

Anónimo dijo...

Desde cuando el gran bulywyf retorcehuesos fue moreno??en todas las grandes canciones de elmer martin este gran barbaro siempre fue conocido como un tipo corpulento de larga melena rubia y ojos azules como el cielo.